La lectura
para mi es algo muy importante en la vida de las personas, porque gracias a la
lectura aprendemos palabras nuevas, conocemos nuestros ante pasados, mejoramos
la manera de expresarnos, sabemos cuándo una palabra lleva acento y cuando no
la lleva, y sobre todo cambia a nuestro ser social.
Debemos
darnos cuenta de cómo éramos antes de empezar a leer y después de haber leído, a
veces somos personas inútiles porque no nos atrevemos a experimentar cosas
nuevas que sean útiles en nuestra vida cotidiana, recuerdo cuando tenía 10 años,
siempre era solitaria y casi no tenía
amigos y amigas con los cuales podría compartir. Un día una profesora de la
escuela se acerco ami cuando me vio que estaba sola en la silla sentada y me pregunto: ¿Diandra
que haces aquí sola? Ahí fue donde le explique lo que me pasaba, ella me dijo
que en la vida debemos aprender a hacer nuestra felicidad nosotros mismo porque
solo así seremos felices hasta que alguien decida compartir esa felicidad
contigo. Luego la profesora que por cierto se llama Felicia Castro me dijo: ¡Toma
este libro se llama El Principito léelo y cuando termines me avisas! Cuando leía
el libro me sentía con alegría y quería llegar al final para saber todo lo que ocurría,
pero además de eso el libro me dejo una
enseñanza grande la cual fue una lección que me acababa de dar un libro tan
solo con unas grandes y hermosas escrituras.
Entendí de
este libro que se debe apreciar y disfrutar de las cosas sencillas de la vida,
de las cosas que se presentan en el cotidiano, de que no hace falta tener una
mirada complicada sobre las cosas sino que la apreciación más sencilla es la
más acertada, que no importa que tan elaborado pueda ser tu pensamiento porque
seguramente, como la mirada de un niño, el pensamiento más simple es el que más
se acerca a la realidad, habla de que las banalidades pueblan el mundo de los
adultos y que no contribuyen en nada, sólo complican y hacen monótonas sus
vidas, de cómo dejamos que el tiempo pase en nuestras vidas y no logramos
disfrutar de lo que tenemos y de las actividades que hacemos, porque las
llevamos a cabo de manera automática, sólo como una tarea más. De que no
siempre el amor es un ida y vuelta, sino que a veces sólo te toca dar amor,
también es a cerca de la amistad y lo profundo de ese lazo, de los momentos
enriquecedores que éste provee y de cuánto bien te puede hacer sentir esa
amistad, porque en definitiva como dice el libro "lo esencial es invisible
a los ojos", porque lo material te va a hacer sentir bien sólo un rato o
un tiempo, en cambio los sentimientos hacia alguien o las sensaciones que algo
te produjo, te llenaron de vida y son invisibles.
Digamosle si a la lectura