(Santo Domingo,
29 de junio 1884 - Buenos Aires,
11 de mayo 1946) Escritor y humanista dominicano. Hijo de la poetisa Salomé
Ureña de Henríquez, ha sido una de las figuras más sólidas y estimables de la
cultura dominicana. Su vida literaria empezó a los catorce años, con la publicación
de una colección de poemas titulada Aquí
abajo. En 1901 se trasladó a Nueva York a cursar estudios universitarios. De aquella ciudad pasó a
La Habana, Cuba, donde en 1905 publicó su primer libro, Ensayos críticos,
para pasar luego a México, donde permanecerá entre 1906 y 1913.
En 1914 volvió a
la capital cubana, donde publicó un estudio acerca de Hernán Pérez de Ayala. Entre 1915 y 1916
residió en las ciudades de Washington y Nueva York, donde en 1918 publicó Las nuevas
estrellas de Heredia. Durante este último año ingresó en
la Universidad de Minnesota,
en la que se mantuvo como docente hasta 1921. Durante estos años viajó a España
en dos oportunidades y estableció contacto con Ramón Menéndez Pidal, quien
escribió el prólogo a Versificación
irregular de la poesía castellana, su tesis doctoral presentada en Minnesota.
De Estados Unidos
salió hacia México, donde participó activamente de las políticas adelantadas
desde la Secretaría de Educación por José de Vasconcelos. Allí ejerció la docencia universitaria y fue
director general de Enseñanza Pública en Puebla. En 1924 se trasladó a
Argentina, país en el cual residiría hasta su muerte, con una pausa entre 1931
y 1933, cuando atendió el llamado del presidente Trujillo para que se hiciera
cargo de la dirección de Educación, labor en la que decidió no permanecer.
Durante este período ocupó una cátedra en la Universidad. En Argentina fue
catedrático en las universidades de Buenos Aires y de La Plata. Murió en 1946
mientras se dirigía en tren hacia esta última ciudad a atender sus compromisos
académicos.
Erudito de tipo moderno, preocupado por la corrección y la pureza del lenguaje,
y enamorado de los clásicos griegos, latinos y castellanos, apenas escribió
obras de imaginación, como el cuento La
Sombra, el poema dramático El
nacimiento de Dionisos y algunas poesías más, dentro del tono y ambiente del modernismo. Su limpieza literaria corrió parejas con
su limpieza espiritual:
por caminos opuestos a los de su hermano Max, se alejó pronto cuanto pudo del
dictador Trujillo.
Fue filólogo y un
ensayista de verdadera altura, apasionado por la sencillez del lenguaje, que
procuró limpiar de barroquismos hasta llegar en ocasiones a la sequedad. A este
respecto, son fundamentales sus estudios titulados Corrientes literarias en la América hispana; Seis ensayos en busca de nuestra expresión;
Ensayos críticos (1905); Horas de estudio (1910); Mi España (1912); La versificación irregular en la poesía
castellana (1920); La cultura y
las letras coloniales en Santo Domingo (1936); El español en Santo Domingo (1940); Plenitud de España (1940), y su obra póstuma: Historia de la cultura en la América
Hispánica (1947).
Son de verdadera importancia sus ensayos sobre
Juan Ruiz de Alarcón y sobre Hernán Pérez de Oliva, así como su recopilación de
Romances de América (1913), en
la que recoge los romances españoles que todavía se recitan o cantan en la República Dominicana. Nuestro
autor es una figura ilustre de las Letras de la América española.
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